¿Qué vida quiero llevar?

Los valores son direcciones vitales elegidas libremente. No llegamos a esta dirección nunca, como nunca se llega al oeste como destino final, pero estamos caminando en esta dirección.

Los valores son cualidades asociadas a los momentos vividos en el camino de significado personal único, son lo que hacemos, no lo que tenemos. Nunca se agotan ni terminan. Por ejemplo, el amor es una dirección, no un objeto, tampoco atiende a razonamientos lógicos, es algo elegido.

No son metas, aunque tener metas ayuda a mantenerse en el camino elegido.

No hacen que uno se sienta bien, pero es probable que se sienta bien cuando ve que está en el camino que quiere estar, también puede sentir dolor, y significar que estamos en el camino y que un obstáculo necesita ser resuelto.

Tampoco son resultados, pero hay resultados deseables en el camino.

Se refieren al futuro, es una dirección, pero se viven a cada momento, ahora mismo.

Tu vida empieza a merecer la pena y hacerla valiosa da plenitud.

Nos permiten conocer los errores cometidos, sentir el dolor y volver a nuestro camino en dirección a lo que valoramos. Es vivir tu vida como tu quieres que sea. Vas a vivir sabiendo que morirás, vas a amar sabiendo que serás herido. Dolor y vitalidad pueden estar unidos.

Pregúntate que se vería de ti si eligieras lo que fuera a simbolizar tu vida, si fueras valiente, si nadie te dijera que es imposible. ¿Qué quieres dejar reflejado a lo largo de tu vida? Lo que se recordará de ti son las elecciones que has hecho y las acciones que has emprendido.

Comienza a descubrir lo que valores, ¿Qué te gustaría hacer?, ¿Qué es importante para ti y que es lo más valioso?, ¿Dónde te ves dentro de cinco años?, ¿Qué cambiarías en tu vida y que no?, ¿Qué puedes empezar a hacer?, ¿Qué metas pones en cada área?, ¿Estas metas al servicio de qué están?, Si fueras alguien que nadie conoce, ¿qué querrías para ti en la vida?, ¿Es viable, puede conseguirse? , ¿Puedes comprometerte con esto que deseas y mantener el compromiso, aunque falles y vuelvas otra vez al camino elegido?

Ahora considera como quieres vivir. Puede ayudarte considerar áreas vitales y que dirección deseas dar a cada una:

Pareja: Que persona te gustaría ser en tu relación

Familia: Como quieres ser y que papel desempeñar

Familia de origen: Que relación deseas

Amigos: Que clase de amigo te gustaría ser

Formación: Que deseas aprender y desarrollar

Trabajo: Que tipo de trabajo y como desempeñar tu puesto deseas

Ocio: Que te resulta agradable y significativo

Salud: Como te gustaría tu vida en esta área

Crecimiento personal: Como crees que puedes conseguir ser tu en tu mejor versión y que puedes desarrollar para ello.

Escribe una frase que sirva como valor clave en cada área, valora su importancia. Valora tu comportamiento en la actualidad en cada área y como te gustaría valorar tu comportamiento en un futuro.

Se consciente de la diferencia entre lo que valoras, lo que estás haciendo ahora y lo que deseas hacer. Si estás dispuesto a experimentar los problemas y dolor que suponen cambiar, comprométete en la dirección que deseas llevar en tu vida. Ahora puedes desarrollar metas en estas direcciones y acciones para alcanzar estas metas.

Van a surgir barreras internas y externas y aparecerá dolor y frustración. Aceptarlo y buscar como resolver estas barreras y problemas para seguir en tu camino evita que el dolor se convierta en trauma, que es la negativa a experimentar ese dolor.

Las principales barreras pueden ser: Estar controlado por los resultados; actuar cuando esté bien; tener razón; miedo a fracasar; tener objetivos ajenos a los valores; predecir el futuro.

Surgirán vivencias que has estado evitando, pensamientos y emociones poco agradables, y hay que continuar con las acciones necesarias, incluso con este dolor emocional, y romper pautas de conducta que impedían nuestro camino, orientados a la vida, sin predicciones que solo enredan y estancan, aceptando el riesgo con flexibilidad y comprometidos con nuestra vida.

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