La Felicidad

¿QUE PUEDE SER LA FELICIDAD?

Desde siempre la aspiración del ser humano ha sido ser feliz.

Biológicamente estamos dotados de dos mecanismos para la supervivencia:

  • Sistema de recompensa: Aproximación a aquello que nos resulta agradable, beneficioso.
  • Sistema de protección: Evitación y huida de aquello que es dañino o peligroso.

Con la evolución y desarrollo del cerebro, ya no es para nosotros suficiente satisfacer las necesidades básicas ni evitar el peligro, surge la necesidad de ser feliz.

¿Qué es eso tan complejo de la Felicidad? Algo difícil de definir.

Al surgir en el humano los procesos superiores, el “Yo personal”, aparece a necesidad de dotar a la vida de sentido, objetivos y satisfacción vital. La falta de sentido en la vida es una de las fuentes de la angustia existencial.

Por lo tanto, el equilibrio entre los procesos primarios, el placer y superiores, el sentido es lo que nos da la sensación de Felicidad.

La Felicidad tiene un componente Emocional formado por alegría, gratitud, emociones agradables, en resumen, y un componente Cognitivo formado por la satisfacción vital en cada área de nuestra vida.

Una definición de la Felicidad es la satisfacción con la propia vida, el logro de las metas vitales propuestas y saber que estas tienen un sentido elegido por nosotros.

Es decir, la sensación de que la vida tiene una dirección y estamos en el camino que hemos elegido y que el horizonte hacía el que vamos nos orienta e inspira, lo que nos trasciende y nos invita a compartirlo con los demás.

Esta sensación es fugaz, como la idea misma de la Felicidad, pero aparece cuando la evocamos.

No se trata de estar alegre y feliz a toda costa, como imposición, es algo sutil, por mucho que nos bombardeen con la necesidad de ser feliz y por supuesto nos vendan los productos para satisfacer tal necesidad.

Las emociones, todas, son necesarias y nos marcan el camino, las acciones a emprender, siempre que sepamos manejarlas eficazmente.

Para la mayoría de las personas la Felicidad incluye una serie de necesidades, unas más conscientes que otras, como el sentirse amado y amar en una relación de mutuo apoyo, aunque algunas personas no necesiten para ser felices el amor pleno.

Hay propuestas para, teóricamente, aumentar la sensación de Felicidad como la elaborada por Lyubomirsky a partir de Sheldon:

  • Cultivar la gratitud con lo que tienes y lo que los demás te aportan.
  • Cuidar el optimismo desarrollando imágenes de un futuro deseado y ver el lado bueno de cada situación.
  • Evitar pensar demasiado y no compararse con los demás.
  • Practicar la amabilidad y ayudar a otros.
  • Cuidar las relaciones.
  • Establecer estrategias para afrontar situaciones estresantes y de malestar emocional.
  • Aprender a perdonar y despedir a la ira, lo que no significa olvidar.
  • Realizar actividades atrayentes para uno
  • Prestar atención a los placeres del momento y aprovecharlos.
  • Comprometerse con los objetivos personales y que estos tengan sentido para uno.
  • Ocuparte de crecer como persona, ser la mejor versión de ti mismo, desarrollando tus recursos y capacidades.
  • Ocuparte de cuerpo y salud.

La Felicidad tiene un gran componente de compromiso con uno mismo, con marcarse objetivos difíciles y a largo plazo. Objetivos que encajen con nuestros valores y que se conviertan en el horizonte al que deseamos dirigirnos.

El bienestar psicológico tiene mucho que ver con sentirse feliz y sus componentes pueden ser:

  • Autoaceptación: Estar bien contigo mismo.
  • Relaciones positivas. Estar con quién quieres y te ayuda a ser mejor persona.
  • Autonomía: Ser tu quién dirige tu vida.
  • Dominio del entorno: La sensación de que somos los responsables de nuestra vida y que tenemos recursos para afrontar la incertidumbre de la vida.
  • Propósito en la vida: Unas metas vitales que nos guíen y trasciendan.
  • Crecimiento personar: Se nuestra mejor versión.

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